La consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, “lanzamos esta nueva convocatoria motivados por el éxito de la anterior, que ya ha beneficiado a 8.878 madrileños, permitiéndoles la compra de 8.413 vehículos de uso personal”. “Los incentivos también han hecho posible el achatarramiento de 465 coches antiguos que se han cambiado por bonos ambientales”, ha subrayado durante su visita a una de las tiendas de transporte electrificado de la empresa Velca en la capital.
La Comunidad de Madrid es una de las pocas regiones de España que impulsa la utilización de ciclomotores eléctricos que, gracias a su pequeño tamaño y limitada velocidad (45km/h), es ideal para conducir por las vías urbanas, contribuyendo de este modo a reducir el tráfico y bajar las emisiones nocivas en el interior de las ciudades.
En la actualidad, casi uno de cada dos vehículos sostenibles que se matricularon en España (el 45,18%) lo hizo en la región madrileña, que dispone además de 2.067 puntos de recarga, un 12,47% del total de las estaciones de suministro.
Ayudas a la movilidad personal cero emisiones
Los incentivos del Ejecutivo autonómico en esta convocatoria de subvenciones cubren hasta el 50% del precio de los vehículos cero emisiones, con un máximo de 1.000 euros por motocicletas, 700 en el caso de ciclomotores de dos ruedas, 600 para bicicletas con sistemas de asistencia al pedaleo –con una potencia inferior o igual a 250 vatios– y 150 en el caso de los patinetes. Los detalles de esta iniciativa se pueden consultar en: https://sede.comunidad.madrid/ayudas-becas-subvenciones/ayudas-movilidad-cero-emisiones.
En el caso de los particulares pueden acogerse sólo para la compra de una unidad a lo largo de la duración de todo el programa. En cambio, los profesionales autónomos y las pymes pueden optar hasta cinco unidades.
Los bonos ambientales para fomentar la movilidad sostenible cero emisiones, que alcanzan los 1.250 euros, se conceden a quienes entreguen para achatarrar un vehículo privado con más de 10 años de antigüedad o sin etiqueta medioambiental, a cambio de kilómetros, minutos u otros costes derivados de servicios de carsharing y motosharing.